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ORGANOLOGÍA E ICONOGRAFÍA MUSICAL EN VALENCIA

  • Centro ceddim
  • 3 ago 2019
  • 5 Min. de lectura

1. INTROITO


En un segundo intento por reescribir esta introducción, he realizado un ejercicio de introspección con respecto al primero en el que identificaba como motor de este trabajo exclusivamente a la pasión sobre la Organología que ciertamente me acompaña todos los días de mi existencia desde hace ya bastantes años.


Aunque refrendo mi pasión antes expuesta, añado como piezas de este motor a una terapia personal, una excusa para conocer mi ciudad, un libro abierto donde aprender, reaprender y recordar conceptos musicales y varios motivos más que a lo largo del mismo me hacen, día a día seguir enganchado a este largo proceso que cuando más avanzo descubro que más me queda por avanzar.


Mi pasión por la música se la debo a mi abuelo que me acompañó firmemente en mis estudios y que gracias a él pude acabar y darme la oportunidad de tener mis primeros trabajos.


La segunda lección de mi vida me la dio un músico mendigante de Bali que me enseñó como la dignidad profesional y los papeles no tienen nada que ver con la vivencia musical terrenal. Aprendí en horas lo que el Conservatorio no pudo en años y sobretodo me enseñó que la música tiene que ver mucho con la sencillez, las vivencias y la humildad.


Y del tercer paso que me catapulta hacia este mundo tiene la culpa el Museu de la Música de Barcelona, que me relaciona con los máximos exponentes en organología y sobretodo con los órganos, mi otro mayor descubrimiento.


Todo ello me enganchó de forma definitiva y que ahora, sin demasiadas pretensiones, estoy intentando materializar para enriquecer mis pobres conocimientos sobre el tema y, a la vez, transmitir a cuantas personas estén embebidas de mi misma ilusión de mis experiencias terrenales sobre este mundo.


En un largo y doloroso impás en mi vida, la Organología ha sido más que fuente de conocimiento, fue mi refugio, mi terapia, mi tabla de salvación y mi “leiv motiv”. En ese momento se gestaron una gran cantidad de datos que poco a poco fueron tomando forma y que sólo había que darles un motor que les diera “vida”. Así empezó todo. Investigación, trabajo de campo en su forma pura y turismo de ocasión para descubrir todo aquello que se me había pasado por alto de Valencia, al principio, y luego abriendo fronteras.


Puede ser una excusa para salir de casa o mi nuevo capricho. Lo único que sé es que, como los instrumentos, algo mágico me ilusiona y me vuelve a hacer sentir el gusanillo de la música dentro de mí. Espero aguantar el envite de los muchos y variados conocimientos que me esperan y, al menos, contar con algunos datos más que me aporten experiencia y sentido crítico para saborear con más criterio cada vez que un instrumento musical se cruce en mi camino.


¿Por dónde empezar?


La red de redes permite, hoy en día, planificar un trabajo que nunca debe de dejar de ser de campo y con ello me refiero a salir en persona a “cazar instrumentos musicales”.

Facebook, Pinterest, Google y Yahoo son mis primeras armas. Fotografías, grupos y referencias las herramientas.


Al principio, doy palos de ciego y cualquier fotografía de Órgano me cautiva y, ante la sombrosa cantidad de imágenes que se ponen a mi disposición, urge poner orden en un caos que parece inminente y que así, al montón no tiene sentido. Grupos por naciones, estados, provincias y localidades, me van acercando cada vez a mí mismo, enseñándome que en un mundo globalizado, lo primero de lo que hay que aprender es de nuestra propia realidad, así que, me pongo manos a la obra y construyo un listado de “todas” las iglesias de Valencia y, hay unas cuantas…


La mecha está encendida así conque zapatillas, libreta y cámara.


Después de trazar todos los recorridos, temporalizarlos y adaptarlos a mi disposición, enfrentarme a iglesias cerradas e interminables caminatas, doy por finalizada la primera parte del trabajo basado en las visitas y recogida de datos el 31 de Julio de 2018, después de 2 entretenidos, ¿porqué no?, años. Ahora queda ordenar y elaborar de forma lógica todo lo aprendido.


El trabajo se extiende recogiendo datos iconográficos y todo aquello que “huela” a instrumento musical y por ende a música, cautivándome de forma especial todas las manifestaciones musicales que rodean a la Catedral de Valencia, a la que dedico gran parte de mi tiempo.


Como curiosidad, destacar que hemos perdido la confianza natural en los extraños y, como consecuencia, no es nada fácil encontrar la persona adecuada que pueda satisfacer nuestra curiosidad, creando recelos entre los colaboradores parroquiales que ponen múltiples trabas a mi proyecto. Aun así, siempre existe la persona adecuada que, con la adecuada paciencia, te abre al mundo y te aporta todas las facilidades para que el trabajo salga adelante. No queda más que agradecer a todas las personas que han dedicado su tiempo a aportarme luz con sus conocimientos y amabilidad. Cansancio, horarios y nuevos retos diarios acompañan a cada trayecto y le añaden más “aliño” si cabe a esta nueva ensalada.

Como siguiente elección se me presenta la dualidad entre avanzar minuciosamente en cualquier atisbo de información o poner en conocimiento sólo las manifestaciones musicales encontradas y una breve referencia mezcolanza de historia y datos.

Continuamente, día a día, me asaltan tentaciones para virar en ambos sentidos, así conque de momento, en una segunda etapa, abordo cual cajón de sastre toda la información para en la tercera etapa, reelaborar eclécticamente los datos.


Este trabajo no pretende ser sólo una fuente de datos y objetividad o subjetividad, sino una excusa para que se puedan visitar los Órganos y demás manifestaciones organológicas siguiendo un recorrido lógico, por lo que los voy a presentar por distritos que faciliten esta especie de guía de Valencia, no sin hacer parada en otros aspectos como la iconología e iconografía que nos podemos encontrar en nuestra visita y que demostraran que Valencia no sólo huele a flores, sino también a música.


Doy las gracias de antemano a todos aquellos que con su curiosidad y conocimientos ponen digital y físicamente a nuestra disposición datos relevantes que me ayudan a poder transitar por la vía adecuada, sin su bien hacer y altruismo este trabajo hubiera sido mucho más laborioso.


Como he dicho anteriormente, la primera intención de este trabajo, no es sólo dar a conocer algo que ya de por sí es archiconocido, sino servir de guía práctica para recorrer todos los lugares donde existe ese maravilloso rey de los instrumentos que es el Órgano, sea histórico o no, obviando los actuales Órganos y harmonios electrónicos que están sustituyendo, cada vez más, a la magnificencia de los Nazardos y Batallas.


Aunque en primera instancia, hemos visitado todos los edificios históricos y religiosos susceptibles de tener manifestaciones musicales a recoger, desgraciadamente en no todos las hemos encontrado, así que, a continuación pasamos a describir nuestra reseña, mencionando, aunque sea obvio que “no están todos los que son, pero sí son todos los que están”. Y los que no están, estarán, al margen de que este trabajo se finalice, ya que, de momento, mi curiosidad todavía permanece intacta.


Por eso y, como metodología, propongo dividir la Ciudad tal y como ya se ha ordenado siguiendo los barrios históricos, lo cual delimitará zonas visitables y ordenadas de forma lógica, intentando trazar un recorrido que aportará riqueza, sabiduría y cultura a quién se proponga seguirlo, yendo más allá de las pretensiones de este trabajo.


Se aportan puntos de interés musical que, por curiosos o interesantes adornan cual “fioritura” este modesto poema sinfónico.


Emilio Ballesteros Pérez

Agosto de 2016

 
 
 

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